Bar en Broto

El propietario quería convertir en cafetería este antiguo pajar de un pequeño pueblo del Pirineo Aragonés. Ubicado en frente de la iglesia en un entorno pintoresco de antiguas edificaciones, se mantiene el edificio original de muros y cubierta de piedra, y así en el interior las dos cerchas de madera.

Se aprovecha la antigua entrada de carros para con un pequeño gesto marcar la entrada al establecimiento. Se respetan los huecos existentes en la fachada pues es lo que permite mantener el carácter original salvo que se abre un gran hueco a norte pues desde este punto se pueden observar las altas cumbres del Parque Nacional de Ordesa.

Se resuelven los interiores con materiales locales (madera, piedra), a la vez que se introducen un suelo de cemento pulido y paños de pared enyesados que confieren al espacio un aspecto más moderno.

La iluminación pone en valor los elementos existentes manteniendo el aspecto tradicional. En la planta enterrada se distribuyen los espacios de servicio del bar (almacén, baños y vestuarios) así como una pequeña vivienda-estudio para uso del propietario.

La calefacción del conjunto se resuelve mediante estufas de biomasa, con el objeto de utilizar residuos de madera de los bosques circundantes.